El aguilucho lagunero, el avetoro, la cerceta pardilla y el escribano palustre en la Comunitat son especies de fauna silvestre en peligro de extinción. Por ello se van a aplicar planes de recuperación para alcanzar los valores poblacionales que justifiquen el paso de las especies de la categoría de ‘en peligro de extinción’ a la de ‘vulnerable’. Estos planes de recuperación contemplan cinco grandes líneas de actuación: medidas directas de protección de las especies, medidas de restauración o conservación del hábitat, medidas de compatibilización de la explotación de los recursos naturales con la conservación de las especies, desarrollo de programas de investigación, educativos y de participación, y medidas de cooperación.
El aguilucho lagunero era nidificante habitual de las zonas húmedas hasta su desaparición en los años 80. Reapareció en el 2000 en el Parque Natural del Prat de Cabanes-Torreblanca y, desde entonces, se ha podido comprobar su reproducción hasta en cinco humedales diferentes más (Parque Natural de L’Albufera, LIC Marjal de la Safor, Parque Natural del Marjal de Pego-Oliva, ZEPA Marjal dels Moros y embalse de Embarcaderos), con un máximo de diez parejas en 2014. Para esta especie se considerará suficiente el establecimiento, durante cinco años consecutivos, de un total de veinte parejas reproductoras repartidas, como mínimo, en cinco de sus áreas de conservación o de recuperación.
El escribano palustre se distribuía como reproductor por las zonas húmedas de la Comunitat hasta su declive en la década de los 80. En estos últimos años únicamente se han registrado indicios de reproducción en el Parque Natural del Marjal de Pego-Oliva, y la máxima presencia es de cinco machos territoriales en 2005. En este caso, se considerará suficiente el establecimiento, durante cinco años consecutivos, de diez parejas repartidas, como mínimo, en dos de sus áreas de conservación o de recuperación.