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Moncho Borrajo: “Me gusta mucho la provocación y la escatología entonces Quevedo me venía perfecto”

    Después de 40 años en el mundo del espectáculo Moncho Borrajo regresa al teatro Talia para ponerse en la piel de Quevedo con funciones 70% escritas y un 30% improvisadas. Mira Valencia ha estado en la rueda de prensa del espectáculo “Yo, Quevedo”

    Foto: Santino Álvarez

    ¿Por qué has elegido a Quevedo en tu nuevo espectáculo?

    Tras acabar el espectáculo “Golfus Hispánicus” mis amigos me decían que yo cada vez les recordaba más a Quevedo, hombre que era muy inteligente, yo espero que algún día me reconozcan algo de inteligencia. Pero sí teníamos muchos puntos en común, él era bajito, católico y sentimental y yo soy bajito, feo y gallego. Quevedo le tenía bastante odio a las mujeres, yo no las odio pero soy homoxesual de toda la vida. Quevedo fue una persona muy coherente, muy consecuente, yo también, sigo pagando el peaje de las televisiones, de los premios, pero como yo digo siempre el mejor premio es el público y tener los teatros llenos de gente que te quiere durante 43 años que se cumplen este año.

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    ¿Vamos a ver al Moncho Borrajo de siempre?

    Claro, a mí me gusta mucho la provocación y la escatología, que es lo que asusta a los pijos, estos que no cagan que tiran Ferrero Rocher, entonces Quevedo me venía para la escatología perfecto. También me venía bien para improvisar, pedir palabras al público y inventarme un verso o una canción, Quevedo y el Siglo de Oro me venía perfecto. Además hay un 70% texto escrito y un 30% improvisado.

    ¿A quién criticas en la función?

    Una crítica lo más voraz posible sobre la monarquía, es un espectáculo valiente. Con Felipe VI no me meto mucho porque el hombre ha empezado hace poco pero a su papá, sí. Porque claro, si me metí con Franco como no voy a meterme con estos.

    ¿Dónde tiene lugar la acción?

    El espectáculo de Quevedo se realiza en una clínica para artistas descarriados, porque era la forma que podía ser Quevedo en unos momentos y Moncho Borrajo en otros, ya que Quevedo no podía hablar de la sociedad actual porque no la conoce.

    ¿Estás solo en el escenario o te acompañan algún personaje?

    Conmigo trabaja una actriz que es Lucia Bravo, que está al fondo trabajando, es multiusos, trae la prensa, actúa, hace de todo. Ella es la enfermera del hospital, yo lo que intento es que fuera una enfermera tipo “Alguien voló sobre el nido del cuco”. Yo la pongo a parir, la llamo fea, luego, pobreta, de fea no tiene nada.

    ¿Te gusta actuar en el teatro Talia?

    Hemos venido al Talia bien aconsejados por los gestores del teatro Olympia porque aquí se me ve más cerca, a veces cuando tengo auditorios grandes de 2.000 personas la gente ve al Monchito como una hormiga, me enfado porque a mí no me gusta poner pantallas, porque me resulta falso. Yo creo en el teatro Talia voy a ser muy feliz.

    ¿Qué nos puedes contar de proyectos de futuro?

    Con el espectáculo “Yo Quevedo” con el que llevamos 1 año y medio, terminaremos en mayo, más o menos. Con el próximo espectáculo cierro la triologia y me convertiré en Moncho Panza. Yo espero retirarme sobre los 70 años, y luego hacer, de cuando en cuando, espectáculos. Sigo pintando, haciendo exposiciones, ahora tengo una propuesta, a ver si la cumplo, para exponer en San Petersburgo, en la Casa de España, me apetece mucho. Allí no soy conocido como cómico y juzgan mi pintura como pintura.

    Yo me encuentro muy bien físicamente, solo estoy operado de amígdalas. Seguramente cuando me retire apareceré en un pub con una guitarra, seguro, porque lo hago últimamente también. Voy a pubs con gente joven, al no tener hijos no tengo esa sensación de que me van llamando viejo. Yo me considero muy joven y además estoy muy bien.

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