El Santo Grial se encuentra expuesto en la catedral de Valencia, el que Jesucristo utilizó en la Última Cena, pero ¿Cómo llegó hasta nuestra ciudad?. Según la tradición, la copa que utilizó Jesucristo en la Última Cena fue llevada de Jerusalén a Roma por San Pedro, utilizada desde entonces por él y los sucesivos papas de la Iglesia en Roma en las celebraciones eucarísticas hasta el año 258 cuando el papa Sixto II, encargó a su diácono, San Lorenzo que sacara aquel sagrado cáliz de Roma para protegerlo de la persecución del emperador Valeriano. San Lorenzo envió la reliquia a España, donde vivían sus padres. Tras pasar por distintos monasterios de Huesca y Zaragoza, en el año 1424, el rey Alfonso el Magnánimo decidió trasladar el Santo Cáliz a Valencia, donde estuvo primeramente en el desaparecido Palacio Real, después llegó a la Catedral en 1437.
El Santo Cáliz, con su copa palestina de ágata en la parte superior, datada en el siglo I antes de Cristo, solo lleva 100 años expuesto al público en el Aula Capitular o la conocida como capilla del Santo Cáliz, antes estaba en el relicario de la Catedral.
La reliquia despierta el interés de muchos visitantes, es uno de los elementos más atractivos del patrimonio valenciano, la Capilla recibe más de 300.000 visitantes cada año según los datos del cabildo. Además el Aula Capitular guarda también vivencias e historias que reflejan la evolución y el progreso de la cristiandad a través de retablo.
Recientemente se ha instalado un nuevo sistema de iluminación que consta de 38 proyectores LED y otros dispositivos de esta misma tecnología, así como un sistema de control con pantalla táctil que permite programar la iluminación del retablo por escenas o por zonas de la capilla. La nueva iluminación permite reducir el consumo eléctrico en más de un 60% y un ahorro de emisiones de CO2 cercano a las 2,5 toneladas al año.
En el año 2015 se celebró el primer Año Santo Jubilar concedido por el papa Francisco cada 5 años a la archidiócesis de Valencia en conmemoración del Santo Cáliz. De este modo se ha convertido la capilla del Santo Cáliz en el centro de numerosas peregrinaciones que llegan desde distintos lugares para ganar el jubileo, el siguiente será en 2020.