El yacimiento “Bou Ferrer” ha sido incluido en el Registro de Buenas Prácticas de Salvaguardia de Patrimonio Cultural Subacuático por sus excelentes trabajos de investigación del yacimiento y por la labores de divulgación. En la convención sobre la protección del patrimonio cultural subacuático celebrada en París, se ha aprobado que ‘Bou Ferrer’ cumple con los requisitos de fomentar el acceso público responsable y no intrusivo al patrimonio cultural, incrementar la conciencia pública, la protección del patrimonio y apoyar la investigación científica.
El pecio romano Bou Ferrer se encuentra naufragado a -25 metros de profundidad y a escasos 1.000 metros de la costa, frente a las playas de Villajoyosa. El pecio debió ser uno de los grandes veleros mercantes romanos que llegaban a los puertos de Roma provenientes de Cádiz. El Bou Ferrer fue probablemente desplazado por un temporal de su ruta por alta mar, entre el año 50 y 60 d.C. y se dirigió a una costa conocida en busca de refugio, pero no la alcanzó y terminó naufragando. Todo indica que debió ser uno de aquellos grandes buques fletados que abastecían a Roma con aceite, salazones, vino y productos manufacturados. Seguramente tuvo un porte en torno a las 230 toneladas de ánforas producidas en alfares como el de Villanueva de Puerto Real, en Cádiz. El cargamento se componía de 2.500 ánforas, com los restos de lo que fue una salsa de pescado muy bien elaborada llamada ‘garum’. Es una salsa casi líquida, obtenida a través del filtrado de un producto que se elaboraba con una gran variedad de pequeños peces y otros de mayor tamaño. Las investigaciones determinan que la base de esta salsa era el boquerón, la caballa y el jurel.