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La fachada de la Catedral que costó casi 4 siglos para construirla

    Sabías que la puerta principal de la Catedral de Valencia, la de los Hierros tardó en construirse casi 4 siglos debido a que el Miguelete creaba un pequeño e irregular espacio que hacía que la fachada fuera difícil de acabar. El escultor Conrad Rodulfo en 1703 consiguió una gran portada que tenemos actualmente, había un dicho en valenciano que decía “Aço es més llarg que l’obra de la seu”.

    La fachada de los Hierros de la catedral es refleja el ambiente artístico y cultural que vive la ciudad de Valencia a principios del siglo, en donde coinciden artistas italianos, arquitectos valencianos expertos en la ciencia de los cortes de piedra e informados matemáticos que introducen el barroco cosmopolita. La estructuración del muro exterior resalta por las curvaturas cóncavas y convexas intersecadas, que recuerdan la vertiente arquitectónica de la lección de Borromini. La fachada está levantada sobre un plano oblicuo, declinante, es también consecuencia de la inmediata cultura arquitectónica valenciana, la cual a través del casi medio siglo de dilatada construcción pudo influir en su definitivo acabado.

    El proyecto de Rudolf fue preferido con el que se marcó una nueva dirección de carácter moderno pero italianizante. La elección del proyecto de Rudolf no fue ajena al clima cosmopolita y novator que vivía Valencia en esos momentos. La obra de la fachada de la catedral abarcó casi toda la primera mitad del siglo (1703-1741) y contó con una amplia participación de artífices valencianos, especialmente canteros y escultores. Comenzada en el año 1703, pronto se interrumpió en 1707 como consecuencia de la guerra de Sucesión cuando se trabajaba ya a la altura de la primera cornisa. Francisco Padilla murió el mismo año del inicio de las obras y Rudolf -adscrito políticamente a la causa del Archiduque Carlos- marchó a Barcelona con el cargo de escultor de cámara. En 1713 se reanudaron las obras con el asesoramiento -según Orellana- de Tosca ayudado por Andrés Robles. También participaron los canteros José Padilla, José Miner y Domingo Laviesca.

    La fachada resultante de este amplio proceso constructivo sintetiza conceptos específicamente barrocos. Situada en un angosto retranqueo del muro, entre la torre del Miguelete y el paramento exterior de la capilla de los Covarrubias, la fachada se proyectaba escenográficamente en relación con el estrecho espacio urbano de la calle destruida insensatamente hace poco tiempo. Inauguraba en España la fachada de planta curva y, en Valencia además, la fachada articulada sintácticamente por órdenes de arquitectura superpuestos, distanciandose del esquema de fachada-retablo implantada durante el siglo XVII.

    También encontramos en esta fachada una renovación de la gramática ornamental: adornos y capiteles con colgantes de guirnaldas miguelangelescos, trofeos de la iglesia en la decoración del friso de los entablamentos, columnas con el tercio interior decorado con relieves de ritmos agitados, o cartelas y ménsulas de elegantes y sinuosos perfiles. Todos ellos se insertan plásticamente buscando acentuar la perspectiva ilusoria y la teatralidad espacial de la fachada. Escultóricamente, la fachada está dominada por numerosas obras exentas y en relieve, cuya realización abarcó la primera mitad del siglo, desde los tempranos modelos dados por el propio Rudolf, que deberían estar conformes a «la Escuela de Griegos y Romanos», pero que consolidan en Valencia la fuerza y tensión de una estatuaria con impronta berninesca, hasta la tardía realización de los ángeles adorando el anagrama de María, sobre la portada, obra ya de Ignacio Vergara, hacia 1752, de aliento plenamente berninesco. La obra escultórica de la fachada fue dirigida en buena medida por Francisco Vergara el Mayor, discípulo de Rudolf, y realizada en parte por los escultores Francisco Stolf y Luciano Esteve.

    Fuente: http://www.cult.gva.es/gcv/catedral/estudio.htm

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