La iglesia valenciana de San Nicolás ha recibido más de 200.000 visitas en su primer año tras la restauración de los frescos de sus bóvedas, lo que ha permitido impulsar su obra social y cultural, según ha anunciado en rueda de prensa Antonio Corbí, párroco del templo. En el transcurso de la rueda de prensa, Corbí también ha dado a conocer la próxima restauración de la Capilla de la Comunión al haber sido renovado el convenio de colaboración con la Fundación Hortensia Herrero para las mejoras de la Iglesia de San Nicolás tras la restauración de las fachadas y las vidrieras, en una primera actuación, y la restauración de los frescos, en una segunda convirtiendo al templo en la denominada “Capilla Sixtina” valenciana.
La intervención empezará en las próximas semanas y está estimado que las obras terminen antes de finalizar el presente año. El equipo de rehabilitación de la Capilla de la Comunión de San Nicolás será exactamente el mismo que el que realizó la restauración de la bóveda. De esta forma, la empresa Estudios Métodos de la Restauración (EMR), bajo la dirección técnica de Carlos Campos se hará cargo de la rehabilitación estructural. Una vez acometidas las labores de saneamiento y de eliminación de las humedades se procederá a la restauración pictórica y escultórica a cargo de Pilar Roig, catedrática e investigadora del Instituto de Restauración del Patrimonio de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), al frente. La intervención, además de recuperar los dorados y las pinturas, también incidirá en la parte estructural y arquitectónica con la restauración de los parámetros verticales, bóvedas y arcos, además de la cubierta y los pavimentos de la Capilla de la Comunión.
La Capilla de la Comunión de la parroquia de San Nicolás fue realizada en el año 1760 y ampliada y restaurada en 1853. Se trata de una nave rectangular de dos tramos separadas por un arco toral. Cada tramo se cubre con cúpula sobre pechinas y su interior se recubre con una exuberante decoración rococó. La rocalla dorada cubre los muros, las pilastras y las cornisas. Las pinturas realizadas por Joaquín Pérez, discípulo de Hipólito Rovira representan el lavatorio de San Pedro y la comunión del santo. Sobre las pechinas cuatro virtudes y los cuatro evangelistas. Además un zócalo cerámico del siglo XVIII y en el arco de separación de ambos tramos el escudo de la familia Melchor Valenciano. Preside el altar mayor una imagen de Nuestra Señora de los Desamparados.