El 9 de noviembre de 1250, las aguas del rio Turia arrastraron un Cristo románico de madera de tres metros de altura, la actual imagen del Santísimo Cristo del Salvador. Empiezan las fiestas en su honor. El barrio del Cabanyal de Valencia celebra esta semana a su patrón, el Cristo del Salvador, en Nuestra Señora de los Ángeles, donde se venera una réplica de la imagen.
Según la tradición, las aguas bajaban crecidas por una riada y, durante una contracorriente del mar que se introdujo en el cauce, la imagen apareció flotando. La gran talla de madera encalló en la orilla derecha del río, en el tramo que va de las Alameditas al puente de la Trinidad, y fue llevada a la entonces ermita de San Jorge que, después, pasó a llamarse Iglesia del Salvador.
La devoción a la imagen creció “hasta el punto que el Consell de la ciudad decretó en 1692 que el 9 de noviembre, día del hallazgo, fuera festivo”, según el rector. La del Salvador era, además, “la imagen que la ciudad sacaba en las procesiones para pedir el fin de una epidemia, una guerra o una catástrofe natural”. Durante la persecución religiosa de 1936 fue incendiada, quedando destruida la Cruz, “mientras que el Cristo se salvó milagrosamente”.
En la Real Iglesia del Salvador, ubicada en la calle Trinitarios, 1, habrá una misa en honor al titular tendrá lugar este jueves, a las 19.30 horas. En esta misa, monseñor Salinas impondrá las medallas y entregará los diplomas a los diez nuevos miembros de la Real Archicofradía, fundada hace 400 años, y los devotos podrán ver de cerca la imagen del Cristo del Salvador en su propio camarín.