El «ofegabous», un pez con nombre en valenciano y los falsos mitos de esta especie
Los «ofegabous» o literalmente ahogatoros, explica la creencia de que los toros o ganado en general podían morir al tragarlo accidentalmente mientras bebían en alguna de las charcas o balsas donde habita este característico anfibio, pero es solo una leyenda que no tiene nada que ver con la realidad. Urodelo proviene del griego «oura-» significa cola y «-delo» que expresa evidente, así esta palabra describe perfectamente la fisionomía de este anfibio, al contrario que el apelativo castellano «gallipato» que sorprende a todo aquel que lo escucha por primera vez.
También es llamado el gallipato, es el mayor urodelo de la Península y el único presente en la Comunidad Valenciana. La protección de la biodiversidad implica fijarnos en la rica variedad de fauna y flora y hacer hincapié en la rápida destrucción de los hábitats más cercanos que está provocando la desaparición de especies imprescindibles para mantener el equilibrio en la naturaleza En ese sentido, los anfibios incluyen muchas especies sobre las que durante años ha habido excesivo desconocimiento e interés y el gallipato no ha sido una excepción.
El gallipato puede a alcanzar los 300 mm de longitud, tiene la cabeza ancha con ojos pequeños pero prominentes y dispone de branquias externas plumosas a ambos lados de la cabeza de color blanquecino o amarillento. La hembra deposita entre 100 y 1.000 huevos de aspecto gelatinoso. Tiene lugar un período de estivación en que se entierran en el sustrato de la charca o permanecen ocultos bajo piedras, troncos o enterrados. Durante el día permanecen en las zonas más profundas de la charca, subiendo a la superficie a respirar. De hábitos carnívoros, se alimentan básicamente de invertebrados acuáticos y carroña. Entre sus depredadores se cuentan culebras de agua, peces exóticos y el cangrejo rojo americano. Vive sobre todo en navajos, charcas, balsas de riego y abrevaderos, por lo que depende en gran medida de los usos agropecuarios tradicionales.
En los años 90 se llevó a cabo una revisión de la distribución y estado de conservación de este anfibio y se pudo comprobar su desaparición de localidades tradicionales, lo que motivó el inicio de un proyecto de reproducción en cautividad de forma experimental en instalaciones de la Conselleria d’Agricultura, Medi Ambient, Canvi Climàtic i Desenvolupament Rural de la Generalitat Valenciana. Y a partir de ahora también lo hará en BIOPARC Valencia, donde especialmente será importante su papel para darlo a conocer entre sus visitantes y así concienciar sobre la situación del gallipato y la necesidad de preservarlo. Su declive viene motivado por el abandono de los usos tradicionales agrícolas y ganaderos, a causa de la desaparición de infraestructuras acuáticas, pero también es una amenaza la introducción de especies acuáticas alóctonas y la utilización intensiva de agroquímicos.