La ciudad de Valencia conserva numerosos lugares históricamente vinculados a la figura de San Vicente Ferrer. Conoce diez lugares que no debes perderte del personaje histórico con 600 años de historia.
La casa natalicia
Lo que sería una ruta de San Vicente Ferrer comienza en su casa natalicia, en la calle del Pouet de San Vicent, 1, donde nació San Vicente en 1350. El edificio actual fue construido en 1950 al estilo de algunos palacios de la Valencia antigua, sobre el sería «Pouet» (pozito) de la casa familiar que se conserva todavía: a la izquierda de la pila una puerta da paso a una pequeña capilla situada en el lugar donde según la tradición nació el santo. En ella vemos un retablo que enmarca un hermoso y gran cuadro del reconocido pintor valenciano Vicente López, discípulo de Goya, pintado en 1808 y que representa el nacimiento de San Vicente.
La casa del Miracle del Salser
Muy cerca del lugar en el que según la tradición ocurrió el hecho, nos encontramos en la calle del Mar, 37, un retablo en cerámica valenciana que recuerda el llamado «Miracle del salser». En 1359 el comerciante en especies Miguel Garrigues que vivía en la misma calle que los Ferrer, tenía un hijo que sufría unas úlceras malignas en el cuello y de las que le curó el también niño Vicente. Este hecho es uno de los orígenes de la devoción popular valenciana de las representaciones de diversos «miracles» suyos en valenciano y por parte de niños en los quince Altares de las calles, a lo largo del fin de semana de su fiesta, el lunes siguiente del segundo domingo de Pascua.
Su pila bautismal, en la parroquia de San Esteban
La ruta de San Vicente en Valencia continúa en la cercana parroquia de San Esteban, una de las primeras erigidas en Valencia tras la reconquista en el siglo XIII y donde se conserva la pila bautismal del santo una gran taza de piedra jaspeada, en cuya pared del fondo hay un retablo barroco de madera con las imágenes de tamaño natural de San Vicente Ferrer y San Luis Bertrán, de madera policromada, obra de Carmelo Vicent, y en cuyas paredes laterales se encuentran dos lienzos gemelos de José Vergara, en uno de los cuales se representa la aparición de San Vicente y San Bruno al padre de San Luis Bertrán y en el otro el sueño de la madre de San Vicente.
El convento de Predicadores y su celda
Uno de los puntos clave de la ruta de San Vicente Ferrer es el Convento de Predicadores de Santo Domingo, en la Plaza de Tetuán, 5, un lugar concedido por el rey Jaime I el 11 de abril de 1239 a los Dominicos este lugar para que edificasen su convento (conocido popularmente hoy como Capitanía General). De lo que subsiste de él de época del Santo, cabe destacar su hermoso Claustro Mayor gótico y su Sala Capitular, magnífica estancia abovedada cuya construcción se remonta a principios del siglo XIV y en la que San Vicente tomó el hábito dominicano el 5 de febrero de 1367. A este convento estuvo vinculado en diversos momentos de su vida hasta 1413, cuando partió definitivamente de Valencia. El lugar donde se encontraba la Celda de San Vicente, está hoy preparada como Capilla ante la gran concurrencia de devotos.
En 1960 se colocó una estatua en la misma plaza de Tetuán, en cuyo pedestal se lee la siguiente inscripción: “Valencia agradecida a la protección dispensada a la ciudad por San Vicente Ferrer en el año 1677 [amenazada por una grave epidemia]. Emplazamiento y restauración en 1960”.
El púlpito desde el que predicaba en la Catedral
La ruta histórica por San Vicente Ferrer continúa por la Catedral de Valencia, iniciada en 1262 y donde predicó en un púlpito de piedra que hoy todavía se conserva. También tiene una capilla dedicada a él, la tercera lateral a la izquierda, entrando por la puerta de los hierros, donde en su altar central hay un óleo de Vicente Inglés sobre la Aparición de la Virgen al Santo. Del mismo pintor son los otros dos sobre la conversión de unos judíos y sobre la resurrección de una difunta. También en esta Capilla se encuentra la imagen del Santo, de madera plateada, obra de Francisco Eva, que es la que se saca en la procesión solemne del día de su fiesta.
En este mismo lado de la catedral, en su actual presbiterio, debajo de un cuadro de San Vicente, copia de uno de hacia 1500, se conserva el púlpito gótico desde el que predicó en 1413, conocido popularmente como “la trona”, como lo señala una placa. Se dice que el arzobispo de Valencia, San Juan de Ribera, en 1609 debía predicar y no lo quiso utilizar porque «no s’trobava digne de predicar en la trona que havia predicat Sant Vicent Ferrer».
En la pared exterior de la catedral cerca de su puerta románica, en 1955 se puso un retablo de cerámica valenciana de la especialidad “socarrat”, obra de Jaime de Scals, que recuerda el trabajo pacificador, fruto de su predicación del Evangelio, realizado por San Vicente entre las poderosas y enfrentadas familias de los Centelles y Vilaraguts en esta ciudad. Su texto dice: “Vosotros, si queréis recibir el Espíritu Santo, que haya concordia unos con otros… dejad las malas costumbres y odios, y amad al prójimo”.
La Escuela de Gramática, antecedente de la Universidad de Valencia
La ruta de San Vicente Ferrer en la ciudad continúa por la actual sede de las Cortes Valencianas, el Palacio de Benicarló, donde por su mediación y consejo nació en 1412 lo que sería el antecedente de la Universidad de Valencia, que finalmente se fundaría en 1499. Se trata de las Escuelas de Gramática y Artes que por mediación y consejo de San Vicente Ferrer en 1412 se instalaron en la casa que había en este lugar, actualmente Palacio de las Cortes Valencianas, o Palacio de Benicarló. Por ello, en el claustro del antiguo edificio de la Universidad hay un medallón con el Santo.