Ayora presume de uno de los poblados íberos más espectacular de la Edad de Bronce
El poblado íbero de Castellar de Meca en Ayora se ha convertido en una de las ciudades íberas de la Edad de Bronce más espectaculares de toda la península Ibérica, declarado Monumento Histórico Artístico en 1931.
El Castellar de Meca es un yacimiento arqueológico de la época de los íberos 400 a.C. a 200 d.C. La ciudad fortaleza, tallada en la roca con 15 hectáreas de superficie que sorprende por su compleja red de recogida de aguas y por el camino de carros de acceso al recinto, el Camino Hondo constituye una asombrosa obra de ingeniería prerromana sin paralelo en toda España.
Los yacimientos están situados en el puntal de la sierra del Mugrón, a 1.050 metris de altura sobre el nivel del mar. Ocupa una superficie aproximada de 800 m de longitud por 350 m de anchura. Lo más singular del yacimiento son los caminos excavados en la roca y los aljibes. La visita dura alrededor de 3 horas, hay que ascender un desnivel de 170 metros, con algunos tramos peligrosos. Se recomienda mucha precaución. La visita no es adecuada para niños pequeños o personas ancianas.
Según los historiadores estuvo habitado desde el siglo IV antes de Cristo hasta el siglo II de nuestra era, época en que fue destruido por los romanos. Fue construido en un lugar inaccesible, protegido y amurallado. Posee caminos excavados en la roca, con varios ramales. Son visibles las marcas de las ruedas de los carros.